RINCÓN DE LECTURA CON SILLÓN OREJERO PINTADO
Hoy os traigo un post muy especial.
Como ya os había comentado en ocasiones anteriores, soy una apasionada de la decoración y recuperación de muebles, y algo que me gusta es reinventarme continuamente, buscar formarme y experimentar cosas nuevas, y de ahí el nuevo post.
Por norma general yo tapizo todas las piezas que lo requieren, pero durante un tiempo observé un método que utilizaban algunas personas, y me pareció curioso e interesante probarlo.
Era el pintado de tejidos.
Tenía mucha curiosidad sobre el resultado y sobre si era un método fiable y duradero, así que decidí probar.
Hace un año y medio que probé con éste tipo de acabado, y he de confesar que los resultados me sorprendieron positivamente.
Compré dos butacas orejeras que me llamaron la atención y que encajaban a la perfección con el proyecto que tenía en mente.
Aquí tenéis el antes... y perdonad por la calidad de la foto...
Después de limpiarlas y desinfectarlas, procedí al pintado de las mimas.
Busqué y me informé sobre pinturas, medium y técnicas que se utilizan en éste tipo de trabajos.
En la restauración de muebles se requiere de una serie de normas y formación, que es muy importante.
¿Por qué no experimentar algo nuevo? Como se suele decir, reinventarse o morir.
Después de éste apunte comenzamos.
Cuando el tejido está completamente limpio, procedí a aplicar la primera mano de pintura.
En un bote de spray, hice una mezcla de medium y base para tejidos.
Con ésto lo que quería conseguir era una adherencia de la pintura más estable y profesional.
También notaréis que utilizando ésta mezcla sobre el tejido, la paletina se desliza con facilidad, haciendo que el trabajo sea más cómodo y profesional.
Una vez cubierto por completo el sillón, lo dejé secar, y así luce con su primera mano.
Para cubrirlo completamente, tuve que aplicar tres manos de pintura en total.
Una vez terminado el trabajo de pintado, procedí a lijar la pieza con una lija suave.
Con ésto lo que conseguimos es que la pintura quede sin imperfecciones.
Después le añadí varios detalles decorativos, como un bonito cartel con unas bandas grises a juego con el cojín.
Éste cojín lo confeccioné con una bonita tela de terciopelo de color gris perla, con un remate negro para que hiciera contraste.
Con ésto lo que quise conseguir es que el sillón orejero fuera más cómodo y agradable al tacto.
Como toque final, protegí la pintura con una cera de abeja natural, que a diferencia de otras ceras más corrientes, al secar endurece y actúa como un barniz, repele el agua y la suciedad, teniendo en cuenta que nos vamos a sentar, y que va a ser una pieza decorativa y también de uso habitual.
Para éstos sillones creé un rincón de lectura, pero me faltaba algo...
Asique decidí complementarlo con un escabel a juego.
El escabel lo creé con una base de armario antiguo, que en éste caso sí tapicé para observar las diferencias de los acabados.
Si prestáis atención al sillón orejero, da la sensación de ser de piel, y es el acabado que podéis lograr con ésta pintura en el tejido, que no tiene diferencia con la piel original que se le puso al escabel.
Si vais a realizar éste tipo de trabajos y tenéis dudas, sabéis que podéis consultarme en cuanto queráis, ya que tenéis que tener cuenta que no requiere los mismos cuidados un sofá pintado que uno tapizado.
Estaré encantada de atenderos.
¡No vemos en el próximo post!
Comentarios
Publicar un comentario